¿Es posible la convivencia entre cultivos y parques solares?


Debido al progreso de las energías renovables, especialmente la solar, existe una gran demanda de suelo para instalar parques solares fotovoltaicos. Ello causa preocupación entre los agricultores, ya que supone “una importante pérdida del suelo de cultivo y de la producción de alimentos”. Así lo explican los colegiados Jaime Valero Grave y José Pérez Félez, responsables de Agrocultive, empresa que ha decidido buscar una solución justa para que el desarrollo de la energía en suelos agrícolas no afecte a la supervivencia de los cultivos.

Existen muchos parques fotovoltaicos diseñados con modelos operativos de bajo impacto, que permiten que se pueda compartir el uso del suelo agrícola con los parques renovables.

Una de estas iniciativas, denominada Proyecto InSIPIRE, explora los beneficios de la convivencia entre parques fotovoltaicos y cultivos, donde la sombra de las placas de los primeros evitan parte de la evaporación del agua y protegen los cultivos de la irradiación solar directa. Este programa se encuentra en fase de pruebas, si bien ya ha conseguido avances relevantes: en una plantación de tomates Cherry en Arizona (Estados Unidos) se ha conseguido disminuir la necesidad de agua y se ha doblado la producción.

La coexistencia entre cultivos agrícolas y parques solares no solo es posible sino que puede resultar beneficiosa.